Si bien las próximas elecciones son en 2008, y George W. Bush no puede ser electo por tercera vez consecutiva, el actual presidente de Estados Unidos parece estar siempre en torpe campaña. Sus políticas sobre inmigración y relaciones exteriores, su afán por la democracia y la libertad en el mundo, y su participación en las elecciones de 200 y 2004, han sido y son fuertemente criticadas a lo alto y ancho del planeta.
Un mal comienzo
Ya en enero de 2001 comenzó su primer mandato con acusaciones de haber realizado fraude en varios estados, especialmente en Florida, y haber ganado el sufragio incluso a pesar de los 300 mil votos de ventaja que obtuvo Al Gore, su principal rival en la contienda por la presidencia, cuya veracidad ha podido comprobarse.
En las elecciones pasadas, el debate no fue menor, y el cuestionado mandatario volvió a triunfar aunque muchos estadounidenses estaban en total desacuerdo con las políticas implementadas hasta el momento, sobre todo las relacionadas con el famoso atentado a las torres gemelas, emblema del capitalismo, y que dio lugar a lo que el presidente bautizó como "Guerras Preventivas", una especie de cruzada mundial por la democracia.
Discurso Vs. Política
Como si un comienzo poco claro no fuera suficiente, los índices de popularidad de Bush hijo bajaron al segundo subsuelo en todo el mundo, aunque paradójicamente en su país consigue elección tras elección. Y todo esto, a pesar de las conocidas fallas en las estrategias administrativas que lleva a cabo, y que saca a relucir a través de cada discurso que se propone dar.
Pero el presidente no está solo, sino que se apoya en el aparato político comandado por su padre, George Bush, que evidentemente no basta para dar una imagen limpia a su hijo. El manejo del presupuesto federal, sus opiniones sobre la función de la justicia y los magistrados en Estados Unidos, su política exterior y su desempeño en la labor de los derechos humanos y el medio ambiente superan ampliamente el esfuerzo de Bush para ser el mejor presidente que pudiera tener el primer mundo.
En casa de herrero…
La democracia, aquella lejana aspiración tortuosa del presidente, es la musa inspiradora de su accionar estratégico y de su torpeza al hablar. Y es también fuente de varias investigaciones sobre su mandato y su persona, al menos para el periodista de la BBC, Greg Palast, que publicó sus trabajos en un libro llamado "The best democracy money can buy" (El dinero puede comprar la mejor democracia), cuya edición podrá obtenerse en Francia próximamente con el titulo "Democratie Business" (El Negocio de la Democracia).
De todas maneras, las vidas de los presidentes estadounidenses están llenas de mitos y rumores, aún aquel que corrió tan fuerte como para protagonizar al menos dos libros ya famosos, y causar la muerte del autor de uno de ellos, sobre la secta que respalda a Bush. Rumor, sin embargo, que hoy sigue siendo una de las tantas pequeñas sombras que lo mantienen en la oscuridad. "Skull & Bones" (Calavera y huesos) es un circulo al que supuestamente pertenecen algunos tristemente célebres personajes de la política y la economía mundial para tapar un negocio multimillonario que, contra todos los pronósticos, no se trata de petróleo sino de tráfico de drogas.
El grupo de hombres a los que realmente no les importa el oro negro nace en la famosa Universidad de Yale, de donde se gradúan magnates de los negocios y el derecho, y parece morir cada vez que alguien decide investigar. Pero como no todos han oído los rumores, muchos estadounidenses a la hora de votar se quedan con lo que ven, que no es poco. Acaso todos son mitos, y el primer mundo realmente sea el sueño americano, aquel por el que la administración Bush dice pagar impuesto cada año, con su dependencia al petróleo extranjero.
Y.P.
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